El bloqueo de la respiración es el comienzo de la mayoría de las enfermedades físicas y mentales. Pues a través de ella tomamos el oxígeno que nutre nuestra mente y nuestro cuerpo, obtenemos parte del combustible necesario para funcionar y para vivir. Mientras más eficazmente respiremos, mejor viviremos. Mejoramos la salud oxigenando la sangre, los órganos y todos los tejidos, el cuerpo se vitaliza, las emociones se equilibran, la mente se relaja, mejora nuestra concentración, nuestra claridad, nuestra creatividad… ¿Podemos pedir algo más?
La respiración es la función más importante de nuestro cuerpo. Desde la primera inspiración hasta el débil suspiro final, el ser humano no puede dejar de respirar, podrá dejar de comer o de beber unos días, incluso estar días sin dormir, pero le será imposible estar más de unos pocos minutos sin recibir ningún aliento. Nuestro cuerpo suele estar muy tenso, en estado continuo de alerta, lo que hace que respiremos mal. AI inspirar tomamos oxígeno y dióxido de carbono (CO2) y en la exhalación expulsamos CO2. La exhalación suele ser muy corta, por lo cual no expulsamos todo el dióxido de carbono que inspiramos. El CO2 será metabolizado como toxinas, que se quedarán acumuladas en las articulaciones, tobillos, rodillas, caderas, cervicales, etc.
Aunque la mayor parte de la gente piensa que son los pulmones los que recogen y expulsan el aire en la respiración, en realidad el verdadero responsable de esto es el diafragma respiratorio. Se localiza bajo los pulmones y separa el tórax de la zona abdominal, ocupando una gran superficie. Y aunque hay otros músculos que también colaboran a realizar esta función, el diafragma puede ser considerado el músculo más importante en la respiración.
Para el Tao el diafragma es “el asiento del espíritu”, este nombre nos puede dar una idea de su gran importancia. El diafragma es uno de los músculos más importantes del cuerpo y a pesar de su estrecha relación tanto con la calidad de la respiración como con el grado de bienestar, uno de los más olvidados. El diafragma es un gran músculo en el centro de nuestro cuerpo que tiene una función central.
Práctica de respiración diafragmática:
1. Para aprender es útil acostarse boca arriba cómodamente y más adelante practicar la respiración abdominal sentados, de pie, caminando… según practiques la podrás incorporar a tu vida cotidiana. Procura para empezar, estar realmente cómodo, así que túmbate colocando un cojín bajo tu cabeza y tus rodillas. Posa tus manos en el abdomen.
2. Antes de empezar expulsa a fondo el aire de tus pulmones varias veces, si quieres haciendo algunos suspiros, con el fin de vaciarlos bien de aire residual, lo cual automáticamente provocará la necesidad de inspirar más profundamente.
3. Una vez provocado este impulso de respiración profunda, inspira llevando el aire “hacia tu abdomen” como si quisieras empujar hacia arriba las manos posadas en él. Mientras más extiendas el diafragma y más profundo respires, más se “hinchará” tu vientre.
4. Retén unos instantes el aire en tus pulmones.
5. Cuando sientas la necesidad de expulsar el aire, hazlo relajando tu vientre (este se “desinflará” y las manos bajarán con él). Y al final de la exhalación empuja voluntariamente el diafragma hacia los pulmones para expulsar todo el aire.
6. Quédate un instante con los pulmones vacíos, sintiendo cómo te vas relajando, y en cuanto sientas nuevamente el impulso de inspirar, hazlo profunda y lentamente volviendo a llenar tus pulmones mientras tu abdomen sube. Practica esta respiración durante el tiempo que te plazca. Puedes usarla para relajarte antes de dormir o para comenzar el día oxigenándote plenamente.
Aprovecha al máximo tu cuerpo y hazte rendir más fomentando una buena práctica de respiración consiente para disminuir problemas como:
- Ansiedad
- Depresión
- Miedos
- Enojos
- Fatiga crónica
- Problemas digestivos
- Incremento de la tensión arterial
- Síntomas de asma u ahogo
- Falta de concentración y pérdida de la memoria
- Sistema inmunológico débil
Desarrolla tu potencial a través de la respiración y conecta contigo mismo por medio de esta misma. Habita plenamente tu cuerpo y descubre tus capacidades aun no atendidas de manera enfocada y disfruta de la vida respirando cada momento como único e irrepetible